Noche de desorden en El Campín, Un reflejo de lo mas bajo a lo que puede llegar una sociedad intolerante.

 Los recientes sucesos de alteración al orden público que se evidenciaron en la noche de este domingo en la capital de la república, dan muestra de la profunda división que en todos los ámbitos se encuentra viviendo Colombia. El odio a los gustos ajenos, el irrespeto por la integridad de niños, adultos y en general de todo el público que presenciaba este espectáculo deportivo de una forma sana.  La muestra de la intolerancia y el abuso por el solo hecho de tener una camiseta diferente al mostrar su apoyo ante el equipo rival.  Además de ensuciar el nombre del deporte, de cada equipo y de una parte de nuestra sociedad, nos muestran las falencias no solo a nivel de seguridad, sino de algo más importante. Que es la falta de empatía, de cordialidad y muchos factores más como la libertad, ¿libertad de qué? Libertad de poder expresar su apoyo, su afición, pero también de sentirse seguro ya sea en un estadio, en una calle o en cualquier lugar con una camiseta de un equipo sin temor a que le puedan agredir.  Esta es la imagen que unos pocos nos  quieren seguir haciendo proyectar ante el mundo. Debemos permitir que nuestra intolerancia colectiva llegue a estos niveles?